Si está intentando perder peso, quizá haya pronunciado alguna vez esa frase. Si es así, seguramente le falta un elemento clave. Puede que sea que no cuente con una buena flora intestinal.
Durante mucho tiempo se ha pensado que la flora intestinal servía fundamentalmente de refuerzo para las defensas y, efectivamente, garantiza el 80 % de sus defensas inmunitarias. Que no es poco. (1)
Se han hecho progresos científicos en este campo y, recientemente, los investigadores han descubierto que la flora intestinal también incide sobre el control del peso.
Hoy me gustaría hablarle del Lactobacillus gasseri, una bacteria probiótica que cuenta con propiedades muy interesantes, pero que pese a ello es bastante desconocida. Los investigadores han podido observar que dotar a su flora intestinal de Lactobacillus gasseri (o L. gasseri) puede ayudarle a perder los kilos de más.
Con frecuencia, la bacteria L. gasseri se ve eclipsada por su primo el Lactobacillus casei (o L. casei), que encontramos en los productos lácteos fermentados a la venta en supermecados (tipo Actimel).
La mayoría de las bacterias probióticas, como el L. casei, se utiliza para mejorar las defensas inmunitarias. Sin embargo, esto está cambiando.
Los investigadores punteros están constatando que la composición de la flora intestinal es la responsable de la obesidad y la diabetes de tipo 2.